viernes, 4 de junio de 2010

The end

Todavía recuerdo como si fuera ayer ese 31 de agosto de 2009 en el aeropuerto de Barajas en el que, esperando en la puerta de embarque de nuestro avión con destino Dublín, pensé: "¿Se puede saber qué estás haciendo, Gloria? ¿Qué necesidad tienes tú de pasar por esto? ¿Qué sentido tiene lanzarse al vacío en otro país, con otro idioma y otra cultura, sin tener ni idea de lo que te vas a encontrar allí?". Y recuerdo como si fuera ayer las ganas de echar a correr y volver con mi familia, mis amigos, a mi instituto, a mi pueblo, a mi hogar... en definitiva, a donde yo pertenecía, sin importarme lo maravilloso que podía ser lo que se presentaba frente a mí. Pero afortunadamente no eché a correr y esa es la razón de que hoy, 9 meses después, esté aquí escribiendo este último post acerca de esa aventura.

Mucho ha llovido desde entonces (y doy fe de que es literal) y sólo puedo decir que me alegro muchísimo de haberme tirado al vacío. He estado leyendo todas las cartas que me escribísteis antes de que viniera, esas que os pedí para tener una vía de escape cuando os echase demasiado de menos. Me ha gustado especialmente leer de nuevo algo que me escribió Manu en la suya y decía algo así como (Manu, espero que no te importe que lo copie aquí) : Se presenta en tu vida una experiencia única. Una vivencia que, como todas, tendrá aspectos positivos y aspectos negativos, pero si una cosa has de tener segura es que los positivos ganarán a los negativos, como casi siempre pasa a los que nos podemos sentir afortunados de la vida. Gracias otra vez por esas palabras Manu.

Me ha gustado leerlas porque, primero, es una gran verdad que como en todo, este año ha tenido sus partes positivas y sus partes negativas, pero de las negativas he aprendido y las positivas las he disfrutado muchísimo. Y es que al final sólo queda lo bueno. Ayer estuve en el instituto por última vez y cuando miraba el área de las taquillas donde tantos ratos he pasado este año, sólo era capaz de recordar los buenos momentos. Ese primer día cuando me presentaron a dos chicas con nombres raros que me presentaron a chicas con nombres todavía más raros, pero todas ellas, a pesar de no conocerlas de nada, me trataron como si las conociera desde hace mucho. O esas primeras semanas cuando no me enteraba de casi nada y simplemente sonreía, ya que como he aprendido, es bastante mejor que quedarse seria y cuesta el mismo trabajo. También todas esas comidas en las que corregía "a escondidas" redacciones de español o me contaban cosas que yo desconocía de Irlanda, como que el país está dividido entre dos tipos de té y que parece ser que no hay forma de arreglar la división.


El instituto ha sido complicado, no voy a mentir. Las primeras semanas en las que tenía que estar con el diccionario a todas horas porque no entendía nada o esas clases de inglés con inglés antiguo que no había por donde cogerlo. Ha habido que currar bastante pero al final yo creo que el esfuerzo ha merecido la pena, aunque sólo sea por ver a tus profesores decirte sinceramente que te echarán de menos el año que viene y pedirte que por favor mantengas el contacto. Ese sentimiento es impagable.

Hacia las chicas del colegio sólo tengo palabras de agradecimiento. Su forma de acogerme ha sido mejor de lo que yo nunca hubiese podido imaginar y gracias a ellas, ni siquiera el primer día de clase cuando yo no conocía a nadie, me sentí apartada. Aunque un día estuviesen de mal humor, si nuestras miradas se cruzaban siempre tenían una sonrisa para mí y muchas veces esas sonrisas eran suficiente para alegrarme el día a mí. He hecho amigas que espero que duren para toda la vida y cuando en septiembre vea que verdaderamente no estoy con ellas va a ser muy duro. Pero hasta entonces me queda el magnífico recuerdo de todos los buenos momentos pasados.

Sobre mi familia anfitriona sólo puedo decir cosas buenas. Posiblemente era por lo que más preocupada estaba antes de venir. Si en el colegio las cosas no hubiesen ido bien habría querido tener un lugar donde sentirme a gusto y poder desahogarme de lo demás. Afortunadamente, el colegio fue genial y además he tenido ese lugar donde descansar. De todo corazón digo que me he sentido como en casa y que de verdad siento que tengo una familia aquí. Nueve meses dan para mucho y yo he aprendido muchísimo con ellos. Se han portado mejor de lo que debían, han hecho muchísimas cosas por mí, desde llevarme a ver lugares del alrededor, a llevarme todos los días en coche al instituto o a tratar a mi verdadera familia de una forma que, como ya dije, nunca podré agradecerles lo suficiente.

Y por supuesto vosotros también habéis sido una parte importantísima en todo esto. En las cartas que me escribísteis se puede ver la incertidumbre a cómo sería todo esto, a como llevaríamos la distancia. Creo que esto también lo he dicho, pero lo tengo que volver a repetir: si no fuese porque sé que estáis allí, apoyándome con todo ese cariño que me habéis demostrado y esperándome con los brazos abiertos para cuando me tocase volver, yo no habría sido capaz de estar aquí tan bien como he estado. Muchas, muchas gracias.

Tengo que confesar algo. Ahora mismo estoy escribiendo este post sin creerme del todo lo que escribo. Y es que me he obligado a mí misma a hacer balance aunque todavía no me creo que mañana ya estaré de vuelta. Ha sido todo tan increíble que como la propia palabra dice, es imposible de creer. Ha sido increíble vivir aquí durante 9 meses, conocer la vida en otro país, mejorar un idioma que me encanta y sobre todo conocer toda esta gente maravillosa, que al final son los que importan y los que hacen que algo merezca la pena. No me creo que me vaya, en parte porque estoy segura de que volveré, ha sido demasiado tiempo aquí como para dejarlo atrás como si nada. Dejo aquí a familia y amigos irlandeses, una vida en definitiva, y uno de la vida no se puede olvidar así como así. Son todos parte de mí y ellos han hecho que, mañana, 5 de junio de 2010, yo vuelva a casa sintiendo que me dejo algo. Lo bueno de dejarse cosas es que hay que volver a buscarlas, así que algún día este cielo gris y estos campos verdes volverán a verme, feliz por estar de vuelta en el lugar que es para mí mi segundo hogar.

Me voy, pero me voy feliz de haber podido disfrutar de esta experiencia. Hoy más que nunca me siento afortunada y agradecida con la vida, con todo lo que me ha dado hasta ahora, porque es más de lo que yo hubiese podido pedir nunca. Como decía Manu en su carta, nos podemos sentir afortunados de la vida, y hoy, más que nunca, me siento afortunada y agradecida por todo lo que se me ha dado. Y por ahora, como dice la canción Lucky de Jason Mraz, sólo puedo añadir: Lucky to have been where I have been, lucky to be coming home again ("afortunado por haber estado donde he estado, afortunado por volver a casa de nuevo").

Muchas gracias a todos de nuevo por este año maravilloso. Thank you from the bottom of my heart.

Besos, besos, besos y un millón de abrazos,
Gloria

domingo, 9 de mayo de 2010

Y llegó la primavera...

Bueno, para los irlandeses ya estamos en verano... Sí, como la primavera empieza el 1 de febrero, el verano empieza el 1 de mayo y que en mayo, mes de las flores por excelencia (que florecen en primavera...) sea ya verano pues como que no, pero yo ya paso de discutir con ellos este tema... Para mí, digan lo que digan, estamos en primavera y eso se nota en el color del césped y de las flores e incluso en el tiempo. ¡Ya sólo llueve 6 de cada 7 días de la semana! Jeje, no es para tanto, pero sí que se nota un descenso de lluvias y más aparición del sol que se agradece, aunque sólo sea por poder salir a dar paseos y disfrutar de los maravillosos paisajes que hay aquí :)


Por lo demás todo sigue bien. Tengo los exámenes en dos semanas y media, lo que se traduce por "prisas de final de curso", que yo no sé por qué, pero da igual que seas irlandés o español, que a todos los profesores les entran. Curiosamente el otro día me dí cuenta de algo en lo que no había reparado en todo este tiempo: los profesores no "regañan" a los alumnos aquí. No fue hasta hace dos semanas cuando la profesora de biología se enfadó un poco y nos dijo que desde que hicieron Grease no habíamos trabajado igual. Fue hace dos semanas (mediados de abril) y la primera bronca del curso, ¿os lo podéis creer?. Aquí no hay eso de "si es que no trabajáis, ¿así cómo queréis que avancemos?", ni "los de la clase de al lado van más avanzados que vosotros", ni por supuesto el clásico "Sois la peor clase que he tenido en 20 años de docencia" (lo siento, pero es que curiosamente siempre son 20 años "clavaos" jajaja). En fin, supongo que en el fondo hasta echo de menos esas reprimendas ;)
Otra curiosidad relacionada con los profesores es que siempre, repito, SIEMPRE que acaba una clase, le damos las gracias al profesor/a por su trabajo. Es algo que a mí me llamó mucho la atención, porque ya puede haber sido la clase más aburrida de la historia o un examen donde el profesor no ha intervenido, que siempre al salir de clase, el profesor recibirá unos veinte Thanks miss/sir. Tengo que reconocer que al principio a mí me costó acostumbrarme, pero ya lo digo con normalidad y es una práctica que me gusta :)


Esta semana me he enterado de algo que me sorprendió muchísimo: los irlandeses no pagan factura de agua. Como lo leéis, pueden utilizar toda el agua del mundo porque no pagan por lo que consumen. Los únicos impuestos que pagan relacionados con el agua son para purificarla y hacerla llegar a las casas, pero eso es todo. A mí me dejó de piedra, sobre todo pensando en que en España (y más en Castilla-La Mancha) nos estamos tirando los trastos a la cabeza por hacer trasvases y traer agua en grandes barcos de otros países porque nosotros no tenemos, y aquí mientras tanto, utilizando toda la que quieren y más (lo que también provoca que haya mucho despilfarro). Aunque esto también sirve para que veáis que cuando digo que llueve mucho no exagero, es que llueve muchííísimo, tanto que el agua les sobra y la tienen gratis.



Y la última curiosidad que os quería enseñar esta semana es que he descubierto el baile típico irlandés y ¡ME ENCANTA!. Es el equivalente a nuestras sevillanas o jotas sólo que a la irlandesa. A mí me han encandilado esa forma de saltar y mover las piernas (se supone que los brazos no se pueden mover, aunque el chico del vídeo los mueve - él es toda una celebridad en Irlanda) y también los ritmos tan celtas de la música. Os dejo un video de un grupo que se llama Riverdance que actuó en el Festival de Eurovisión de 1994, cuando se celebró en Dublín, y aunque no llevan puestos los trajes típicos, el baile no deja de ser increíble. El principio del vídeo es un poco raro (id al segundo 0:48 que es cuando empieza la actuación) porque salen cantando, pero si esperáis merece la pena. Espero que os guste :)


Y bueno, eso es todo por hoy. Yo voy a ver si sigo trabajando un poco y espero que nos leamos pronto otra vez. No os olvidéis de disfrutar la primavera, hay muy pocas cosas tan bonitas como ella:


Besos, besos, besos y un millón de abrazos,
Gloria

sábado, 24 de abril de 2010

¡De lleno en el tercer asalto!

¡Hola a todos!
Perdón por esta sequía bloguera, ya sé que hace casi dos semanas que volví a Irlanda pero es que ahora mismo estoy liadísima con el instituto y no tengo tiempo para mucho más. Pero bueno, aquí estoy para volver a acercaros Irlanda un poquito más :)

Sé que dije que escribiría antes de Semana Santa porque había algunas cosas que quería contaros. Al final tampoco pudo ser, así que os lo cuento ahora. Eran sólo un par de curiosidades. La primera era que en Irlanda no se vende alcohol ni el día de Navidad ni el Viernes Santo, por lo que la mayoría de los bares y pubs están cerrados esos dos días. Pero este año el Viernes Santo coincidía con un partido muy importante de la liga de fútbol inglesa y para que os hagáis una idea del fenómeno tan grande que el fútbol es aquí, se llegó a estudiar la posibilidad de invalidar este año la ley que impide vender alcohol en Viernes Santo, porque suponía grandes pérdidas para los bares. Al final se mantuvo como estaba pero el mero hecho de que el Gobierno estudiase la opción me recordó que no exageraba cuando os dije que aquí el fútbol es casi una religión.
La otra curiosidad es mucho más conocida por todos. Seguro que habéis oido hablar de los famosos huevos de Pascua, esos huevos de chocolate que hasta hace algunos años también tenían chocolatinas en su interior (ésto dejó de ser así debido a un reglamento de la Unión Europea por el que no podían seguir habiendo sorpresa - comestible - dentro). Estos huevos se toman a partir del Domingo de Resurrección, día en que también se celebra el final de la abstinencia que han estado haciendo durante toda la Cuaresma. Sin embargo como "aperitivo" a estos huevos de Pascua desde Enero (¡!) se venden los llamados "Creme eggs", que son pequeños huevos de chocolate con una crema dentro que a mí la verdad no me hace mucha gracia. Pero bueno, no deja de ser típico y como buena guiri también los probé ;)


Y por lo demás, ya estoy de vuelta en tierras irlandesas. La "rebienvenida" no pudo ser mejor: un sol maravilloso durante más de una semana que causaba temperaturas buenísimas y un color precioso de césped, árboles y flores, además de una luz hasta más de las 9 de la noche que se agradece una barbaridad, después de haber vivido siendo de noche a las 4. También, con todo lo que ha llovido esta Semana Santa aquí el césped se ha recuperado y ya no tiene el musgo que hubo que quemar porque estaba matando todo "lo verde" y que le hacía tener un aspecto tan feo como éste:

El buen tiempo me ha hecho pasar momentos muy graciosos estos últimos días. Cuando volví a clase la semana pasada me encontré a todo el mundo hablando de la crema solar que se habían puesto esa mañana. Yo no daba crédito a lo que oía: protector solar para ir al instituto, es decir, para pasarse 7 horas entre 4 paredes. Y cuando me reía de ellas, todas me decían: "Tú ríete, pero con este sol que hace te puedes quemar aunque te dé sólo 5 minutos...". Ya me diréis, el sol que hace aquí en Irlanda, que no calienta ni la mitad que el que hace en España. Pero luego todas súper orgullosas de que se les había pegado el sol y que ya tenían color... en fin. Yo lo único que no entiendo es cómo luego acaban siendo "guiri-gambas" cuando vienen en verano a España si resulta que se ponen crema protectora por cualquier cosa. Misterios de la vida.

Y bueno, de las más de dos semanas en España, ¿qué puedo decir?. Que han sido geniales, maravillosas, estupendas, magníficas, increíbles... Me atrevo a decir que mejores que las de Navidad, y eso ya es decir ¿eh?. Es verdad que no ha sido todo lo perfecto que hubiese deseado pero la vida tiene estas cosas y hay que aceptarlas. Aparte de eso, me he sentido todavía más en casa que en Navidad e insisto en que eso ya es difícil; parecía que he estado con vosotros todo este tiempo, mi "hueco" en vuestras vidas sigue intacto y por eso no puedo más que daros un gran GRACIAS a todos. Una de las cosas que más miedo te dan cuando decides venirte es el no saber cómo te encontrarás las cosas cuando vuelvas. Las cosas han cambiado, vosotros habéis cambiado y yo misma también lo he hecho, pero forma parte de la evolución de la vida. Aún así, a pesar del crecimiento por separado que estamos experimentando este año, la unión sigue intacta y no hay nada que me haga más feliz. De verdad, UN MILLÓN DE GRACIAS A TODOS.

Espero poder volver a escribir pronto, pero estoy tan ocupada con el instituto que no prometo nada. De todas formas, ya sabéis, si queréis algo, no tenéis más que mandarme un email o llamarme por el skype :)
Besos, besos, besos y un millón de abrazos,
Gloria